jueves, 10 de mayo de 2012

Introducción contra conejo mutante [Pt. 1]


 Era una tarde hermosa en la ciudad de Granada. Era verano y el ligero frescor de la noche caía levemente sobre la ciudad. Algunas de las luces del parque junto a Hospital Real se encendían para ahuyentar la penumbra de la noche. A lo lejos una bandada de palomas maniobraba grácilmente en el aire, marcando un trazo negro y multiforme en el cielo. Junto a la catedral, un conejo mutante de diez metros aplastaba a un par de transeúntes mientras derramaba una verduzca baba tóxica sobre otros cuantos.
Pero no hay de qué alarmarse aún, creo que eran reporteros de intereconomía.
Sobre el cielo, la señal del tiranosaurio brillaba, pero como no había anochecido hasta hacía diez minutos, los miembros de la tyranosaurus Justice league habían pasado dos horas en omisión de socorro. El sistema de contacto tenía unos cuantos defectos, pero ya lo arreglarían más tarde…
Una sombra extravagante investigó la situación tras el edificio a medio derruir que aún aguantaba en pie junto a la plaza de la catedral.
-¿Desde cuándo hay una central nuclear en Granada? ¿Y por qué es un conejo de Pascua rosa? Ni siquiera es pascua y aquí no se celebra con conejos…
-¿Quieres callarte, Pietro, y dejar de joder el argumento? Los enemigos mutantes hay que aceptarlos como son. A ti no te gustaría que hiriesen tus sentimientos de héroe ¿No?
La muchacha de las gafas de sol se cruzó de brazos ante su compañero de equipo, si se le podía llamar así. Por la estrecha calle un par más de figuras se acercaban sigilosamente.
-Quizás el detalle de que se está comiendo a una señora me de cierta ventaja respecto a él.
-Hay muchas señoras de repuesto ¿Y ves? Ese es el tipo de mentalidad prepotente por la que la líder del grupo soy yo, y no tú. Además de por mis habilidades natas de estratega y mi carisma natural… Pietro, nunca te consideres mejor que nadie. A no ser que seas yo. Entonces no es que te consideres mejor, es que lo eres.
-Muérete.
Contestó el muchacho, desde lo más profundo de su alma.
Una chica rubia llegó corriendo hasta ellos, casi sin aliento.
-¡Lo siento! No vi la tirano-señal hasta hace diez minutos, y el portal de teletransporte más cercano sin destruir estaba en plaza Einstein, así que…
Otro chico vestido de negro llegó junto a ella, palpablemente más calmado, y sintiéndose obligado a dar igualmente una razón de tardanza, trató de tragar rápido para contestar.
-Estaba comiéndome un falafel... es como un shawarma pero sin carne y… 
-¿¡¿¡Un Shawarma?!?!?¡¡ HAY UN CONEJO MUTANTE EN LA CIUDAD!!
Gritó Pietro, conteniéndose para no darles a todos con la vara de su lanza.
-Así nunca serás líder cuando yo muera…
La chica de las gafas de sol y el traje estrambótico negó con la cabeza, fingiendo decepción. 
-¡No eres la líder, Misery! Díselo, Silver.
La muchacha rubia, todavía sin haberse repuesto de la caminata, pareció dudar.
-Bueno, es que ES la líder ¿no? Lo elegimos con un rasgo aleatorio y ganó.
-El rasgo… que escogiste… ¡Era la maldita talla del sujetador! ¿A quién le importa eso en una batalla contra el mal?
-Tú no has leído muchos cómics books ¿eh? Mira todas las villanas ¡TODAS!
-¡Pero no somos villanos, somos héroes!
Silver le miró, pensativa.
-Entonces quizás deba pedir perdón lo de destruir el orfanato esta mañana.
Misery se rió a carcajadas, mientras Pietro se daba la vuelta, indignado, y empuñaba la lanza en vista al combate.
-Se acabó, yo me voy a enfrentarlo ¡La heroicidad no es un juego de niños y alguien tiene que salvar Granada!
Misery rebuscó en su mochila, tras encogerse de hombros, y le dio una botella sellada de un líquido rosado.
-Si vas a hacer de tanque, será mejor que lleves esta poción de salud contigo hasta que entremos ¡procura hacerle un buen daño! Ya sabes que el resto de nosotros no tiene una puntuación de defensa demasiado alta…
El muchacho recogió la botella, algo conmovido por el gesto. Al fin y al cabo, sus compañeros eran también héroes, aunque la mayor parte del tiempo se esforzasen en esconderlo. 
-¡Gracias!
-¡Está un poco vieja, así que agítala antes de usarla!
Gritó, mientras veía a Pietro salir a enfrentar al conejito de Pascua gigante y girar el recodo.
-Bueno, será mejor que yo también salga a apoyarlo aunque sea. Tengo más puntos de vida que vosotros y más resistencia, así que…
Sugirió Silver, pero Misery la sujetó por el brazo con fuerza.
-Espera un momento, deja que Pietro termine su ronda.
-¿Por qué? Sé que le has dado una poción de salud, pero igual…
-Porque lo que le he dado es Nitroglicerina.
Una brutal explosión resonó por toda la ciudad, haciendo saltar cascotes de los edificios colindantes y que un trozo de tejado cayese casi justo encima de Deathwhisper, el pícaro del shawarma. Por suerte para él, Silver tuvo la suficiente agilidad como para sacarle de debajo justo a tiempo. Unos cuantos trozos sanguinolentos de Pietro salpicaron la pared contigua y su lanza se deslizó por el suelo con un desagradable sonido metálico.
Misery se asomó con cautela a la esquina para echar un vistazo al panorama.
-Sigue vivo. Este es duro de roer…
Se volvió a Silver para indicarle el plan de ataque cuando vio su cara de enfado.
-Le has vuelto a matar.
-Oh, venga, es culpa suya por seguir fiándose de mí a estas alturas. No aprende…
Dijo la chica, quitándole importancia al deliberado homicidio con un simple gesto de mano. Al fin y al cabo tenían plumas de fénix para traerlo de vuelta ¿no? No había que montar un drama.
-Vas a pedirle perdón.
-¡Siiiiiiilveeeer!
Dijo, agarrándose al brazo de la muchacha rubia y colgándose de él como si fuese una niña pequeña.
-Hazlo.
Ordenó Silver, autoritaria, mientras rebuscaba en su saquillo de curandera algo que les sirviese para volver a juntar los trozos de su amigo. Misery se inclinó con cierta teatralidad sobre un trozo de carne humeante, sin dejar de mirar de reojo a la healer de su grupo, como el niño que pide disculpas contra su voluntad.
-Siento haberte vuelto a engañar y volarte en pedazos, esto…uhm… ¿Bazo? de Pietro…Ya ¿contenta?
Silver asintió, conforme, pasándole la pluma de fénix a Deathwhisper, que trotó atolondradamente sobre los escombros hasta un trozo de carne especialmente grande. Lo cierto es que para ser un pícaro tenía realmente poco de sigiloso y bastante más de ornitorrinco borracho.
Un haz de luz surgió del tozo de carne u el resto de fragmentos de Pietro se despegaron de los escombros para acudir a la llamada imantada de la pluma. Contemplaron no sin cierto asombro a pesar de las veces que habían asistido al ritual, cómo su amigo de recomponía pieza a pieza. 
Abrió los ojos.
-No me puedo creer que me hayas matado de nuevo.
 -Yo no me puedo creer que te sigas fiando de MÍ.
El chico miró acusador a Silver.
-¡Me ha matado!
-Sí, pero ya te ha pedido perdón.
Replicó ella, como si estuviese cansada del tema. Más bien lo estaba, de hecho.
-¿Cuándo?
-Cuando eras trocitos de carne chamuscada, y ahora, centrémonos en el plan.
Un pedazo de catedral se estrelló a pocos metros de ellos. El conejo mutante comenzaba a impacientarse, y la última vez el alcalde no estuvo demasiado contento con los destrozos que sus negligencias causaron. Tenía razón Silver, había que darse prisa.
-¡No, siempre nos joroba! Exijo un castigo.
-¡Este no es el momento! Y ni se os ocurra reñir, no voy a malgastar más plumas de fénix en vuestras tonterías. Así que hale, a pelear.
Pietro se cruzó de brazos, indignado ante las órdenes, pero reconociendo que era cierto que tenían otras cosas más prioritarias a las que dedicarse.
-Después hablaremos de esto.
-Seguro…
Masculló Misery, mientras invocaba un enrome martillo cuajado de clavos incrustados entre la madera.
-Bien, Pietro, tú vas delante, Misery cubrirá el otro flanco, mientras yo vigilo que vuestra salud no se resienta demasiado. La bomba, aunque no le ha matado, ha tenido que causarle bastantes daños. Deathwhisper, tú ataca la retaguardia. Comprueba si esa cesta de huevos de Pascua contiene algo de lo que haya que preocuparse.  
-Y yo como jefa de grupo, apruebo tu plan.
-¡NO ERES LA JEFA!
Le gritó Pietro, agotado de aquella locura cada vez que el grupo se reunía para combatir el mal. La healer se volvió a indignar.
-¡Eh, no quiero más peleas! Ahora ¡A PELEAR!
-¿Eso no es una contradicc…?
Aventuró Deathwhisper, tímidamente.
-¡Cállate y ve tú también!

[CONTINUARÁ...]

7 comentarios:

  1. Mis pedazos sangrientos y yo tomaremos venganza...pero sin olvidar salvar Granada City xD

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  2. No vale ir contra el alineamiento de uno, lo recuerdo xD
    Yo me pedí caótica maligna, así es que...

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  3. Me siento una madre xDDD Me encanta *______*

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  4. Me siento Tony Stark comiéndome un merecido Shawarman, pero sin carisma XD

    Deathwhisper, el único rogue con pocos puntos en sigilo.

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  5. Bueno, bueno, cuando os toque lo arregláis xD

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